Objetivo: Regresar
"...no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando".
Oliviero Girondo
martes, 27 de julio de 2010
viernes, 23 de julio de 2010
Isla de Armona
A Floren, por quererme siempre.
"Vacaciones amistosas", como me gusta llamarlas, son aquellas en las que me regalo una ruta no descubierta y una compañía altruista. Hablo de un encuentro honesto en el que se elabora el bienestar dual y existe un hilo conductor entre el mundo de mis afectos y la persona que me acompaña.
El experimento nunca falla. Hay una fórmula para que siempre salga bien. Elijo a alquien a quien le importa "de mí". Conoce lo que hago, lo que me gusta y lo que me duele. No es difícil concluir que se trata de personas que me quieren. Y es que he aprendido a darme cuenta que mucho no me quiere a quien no le importa mi vida. Y esto no hace a esa persona mejor ni peor. Sencillamente esa es la realidad.
Lo lindo, desde mi perspectiva, es dejar la ignorancia a un lado y recoger la gran cuota de alivio que me regala el hecho de aceptar que las relaciones personales no siempre se unen en una fuerza emocional simétrica.
Dicho esto, me planto mis sandalias, me desayuno el sol con colacao y bajo a la calle a encontrame con un amigo de vida. En una hora aproximadamente estaremos brindando por las heridas y las pérdidas junto al mar de la Isla de Armona; con la sonrisa en los ojos, sin urgencia.
viernes, 16 de julio de 2010
Staff Benda Bilili - Mira más allá de las apariencias
Preparo mis cosas para salir de viaje. Hay café recién hecho, incienso impregnado en el aire y una melodía africana de fondo.
Como cada verano, el Festival Etnosur en Alcalá la Real (Jaén), nos lleva de la mano a construir un mandala gigante. Aquí sólo hay cabida a la sorpresa, la ilusión y la amistad con otros mundos. Por ejemplo, se reclama la alegría por encima de la copa de los árboles. Por ejemplo, se mutilan los patrones establecidos, la necedad arrogante.
Yo no puedo dejar de sonreir. Mi cuerpo sabe que en breve me abrazaré a algunos de los míos, a los que veo poco y amo mucho. Con ellas, con ellos, baileré hasta el amanacer y hasta que caiga rendida vaya usted a saber dónde.
He elegido al azar uno de los grupos que construirá música para los que estemos allí. Se llaman Staff Benda Bilibi y vienen de la República Democrática del Congo. Tienen una filosofía vital; ser fuertes y sentirse orgullosos. Y es que cada uno de estos músicos sufre una incapacidad física y ha crecido con la enfermedad de la polio en unos de los países mas deprimidos del mundo.
No hay duda que a mí me han seducido con sus melodías cargadas de balas contra la frustración y la injusticia. Una injusticia que estos grandes músicos viven en su carnes, como consecuencia de haber nacido en un contexto en el que no se cubren las necesidades básicas a las que cualquier ser humano debe tener derecho a acceder.
Lejos de tomar una actitud de victimismo y derrota, estos maestros nos enseñan que con una lata vacía, cuerda y un arco de madera, se puede dar una lección a aquellos que discriminan y subestiman el poderío de los corazones limpios y con MUCHA CAPACIDAD.
Te animo a que los escuches. Que te aproveche. Y, por favor, no dejes de "mirar más allá de las apariencias".
Yo, mientras, bailaré y bailaré hasta el amanacer y hasta que caiga rendida vaya usted a saber dónde.
Auri.
Estéril
"Puedo ponerme digno y decir toma mi dirección
cuando te hartes de amores baratos de un rato
me llamas"
J. Sabina
Tus pies están acostumbrados
caminan sobre el origen del mundo
sin sospechar que he renunciado
a recordar el litoral
de tu lengua aguacera
Y te dirán que esta urgencia de mi sexo
no es más que una soledad fosilizada
Yo puedo darte la certeza
Tengo noches de una calma ondulada
en las que quiero parir amor contigo
pero hasta el momento
sólo soy una postguerra dudosa
vencida y estéril
viernes, 9 de julio de 2010
jueves, 1 de julio de 2010
Bulerias de la Fortuna-Maui y los Sirenidos
Maravilla de letra.
Ricura de mujer.
"Y te comiste to' lo rico, no me guardaste bocao"
Hoy

El tiempo de la siesta terminó. Desperté para mi alivio. Tenía la garganta triste y el alma seca. Aún masticaba lo soñado cuando sonó el teléfono. Llegó una guerra. Después el silencio, la tarde y esos vidrios que acomodo en mis ojos cuando no hay rastro de escaleras silvestres.
Luego me he preguntado, “y si somos esto…¿qué puedo hacer yo?"
Desde hoy tengo inquilina nueva entre mis costillas.
LIBERTAD. Así se llama.
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