"...no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando".




Oliviero Girondo









domingo, 23 de enero de 2011

Desnudar a un hombre



Desnudar a un hombre es hablarle con cariño al oído
y decirle su verdad oculta en la enredadera de las dudas.

Hacerle comprender que tú estuviste atrapada como él
en el laberinto de su melodía encantadora de serpientes
por querer ser la mejor entre las féminas de lista interminable.

Desnudar a un hombre es decirle que no bailarás más
al ritmo de su flauta mágica la danza del deseo seductor.

Quitarle con delicadeza y dulzura prenda a prenda
hasta quedar como vino al mundo, inocente y ligero.

Apostar por el cariño y el respeto en la conciencia
de siglos de poligamia y harenes de sedas y fetiches.

Amarlo en sus dones, en sus profundidades desconocidas
en sus talentos escondidos, en la luz de su despertar.

Aceptar mi cojera afectiva y el abandono de mi niña interna.
Descansar en la baldía búsqueda de encontrar a un nuevo padre.

Desnudar a un hombre es confesarle que ya no más
el fingir orgasmos de placer y goce infinitos.

Estimarlo como lo que es, sencillamente un hombre
que elegiste para aprender a amar y desde el amor comunicarte.

Desnudar a un hombre es enseñarle a mostrar su vulnerabilidad
en lugar de encandilar e hipnotizar con la estrategia del engaño.

Desnudar a un hombre es mostrar tu madurez de hembra
habiendo conocido a muchos músicos de gemela condición
que interpretaban su arabesca y perfumada melodía.

Habiendo sido perseguida y conquistada, favorita y repudiada,
amada y después odiada, deseada y por otra remplazada.

Desnudar a un hombre es comprobar en tu actitud serena
que por fin te liberaste de las cadenas de sus hechizos encantados
porque comprendiste que antaño tu “niña” cayó inconsciente

Y dejaste de ser el espejo reflectante de su propia vanidad.


Ana Arriola



sábado, 1 de enero de 2011

A los que amo



Al final del camino me dirán:
-¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo, sin decir nada,
Abrieré el corazón lleno de nombres.

Pedro Casaldáliga


Mamá, Papá, Alba, abuelito/as, abuelo Antonio,
Lola, titos/as, tita Mati, Rocío, Inma, Cristina, Robe,

Araceli, Inmi, Rochi, Esther, Elisa, Clara, Isa, Malena,
Marc, Majo, Iris, Esther, Rocío, Irene, Isita, Vanesa, Lola,
Floren, David, Juani, Sampi, Curro, Álvaro, Marta,
Aubri, Pablo, Carlos, Mónica, Paloma, Ángela,
Josefina, Mª Ángeles (mi maestra)

Jesús, Pablo, Jorge, Felipe, Tomás, Zaqui, Javito,
Jesús, Rafe, Javi,

Abrahana, Mariana, Yessenia, Adiel, Óscar, Gabriel,
Mikkel, Ioanna.