suenan a compás tubular
y hacen que la saliva se te vuelva crujiente
como una sorpresa
Yo siempre quise no hacerte el amor
imaginar la tentación de abrazarte la lengua con los muslos
y no contártelo nunca
y peinarte las manos sólo en mis horas sonámbulas
y remendarme la cintura con tu alegría deliciosa
pero ese día el apetito me había nacido
desde el ombligo a borbotones
tropecé con el abeto de tu ventana
y adopté la forma de una tierra arcillosa
llegaron esos humildes animalitos trepándome la soledad
llenaron de amnesia mi garganta y mi vientre
lapidaron las sombras
me crecieron vértigos en el altiplano de mis trenzas tan pronto leyeron de mi boca
una sutil aclaración:
campo abierto
plas plas plas plas plas plas plas plas plas ...
ResponderEliminarbuenísimo... ya te contaré en privado lo que me he imaginado leyendo este poema.
eres muy buena, niña...
y la foto... la foto es brutal!
Ay, mi niña lunera, muchas, muchas gracias.
ResponderEliminarCuántas ganitas de verte...(más aún de contarte).
Es una delicia, Aura...
ResponderEliminarUn beso metálico y un abrazo grandísimo.
Lidia, delicia la que nos espera en poco tiempo. Qué impaciencia por compartir pasiones en ese encuentro tan lindo que estás organizando.
ResponderEliminarYa agarré tu beso y abrazo.
Gracias una vez más.