contigo la cagué soberanamente
en mi próxima reencarnación
pido otra oportunidad
no voy a dejar que te escurras
ni siquiera por la puerta
que da a los cabezos llenos de hinojo
esta vez te dibujaré en las manos
el camino de regreso
dejaré que me mires despacito
en la terraza de aquella casa
que tiene sus raíces entre las dunas
pasaré un tiempo razonable
acariciándote los inviernos
no emplearé ni una sola duda
en pedir que te desvistas
para explorar a qué hueles
cuando sonríes desnudo
luego, TE VOY QUERER
con mesura y con urgencia
en la voz sultana de tu ciudad
en los olivos silvestres de mi jardín
Precioso. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarMe lo llevo al campo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar